El fuerte de la fiesta es la oferta gastronómica basada en el chancho, la que se ha extendido acogiendo cocinas del resto del país que permiten saborear la riqueza culinaria existente en el país y que no siempre se valora.
La expresión “Talca está de chancho muerto”, se asocia a aquellos momentos de alegría familiar en torno al chancho sacrificado en medio de su crudo invierno para saborear los productos que se derivan de él, entre los que se destacan las prietas, los arrollados, los costillares, los chuncheles y las longanizas.
La vida campesina por estos lares gira alrededor del chancho de tal forma que muchos de sus refranes se relacionan con él y que se han extendido a nivel nacional e internacional. Cuántas veces no “la pasamos chancho” expresando con ello lo bien que la hemos pasado; o cuando afirmamos que alguien anda “más perdido que chancho en misa”; o “ese chancho no da manteca” o “chancho limpio no engorda”, todas expresiones propias del campo chileno que se han ido extendiendo.
Ojalá la fiesta mantenga su origen costumbrista, regional que tan bien nos identifica y que su organización siga caracterizándose por su sobriedad, limpieza y orden. Cada uno de nosotros puede ayudar a ello, llevando sus propios cubiertos, sus ganas de pasarlo bien en familia degustando, saboreando los distintos platos campestres acompañados de un rico vaso de vino de la zona.
Mmmmmm, dan muchas ganas de ir.....y encontrarse con los amigos y saborear un rico trozo de chanchito bien condimentado. Un gran abrazo desde San Pedro de Atacama
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