Escribo estas líneas luego de haber votado. Ya están saliendo los primeros cómputos de las mesas en el exterior. Intentaré bosquejar los escenarios que visualizo y las esperanzas que abrigo.
Todo indica que habrá segunda vuelta y que habrá una alta abstención. Espero que haya segunda vuelta y que la abstención no sea tan alta como se espera. Sería ideal que fuese baja porque indicaría que los jóvenes y los pobres salieron a votar, rompiendo la tendencia.
Según las encuestas previas y la prensa “seria”, habría segunda vuelta y que ésta sería entre Piñera y Guillier. Los demás candidatos no entrarían en la recta final. Esto ha sido tan notorio, que se ha llegado a ningunear a los restantes candidatos.
A mi modesto entender creo que a Guillier se le infló vía encuestas para que emergiera como el rival de Piñera. Una vez inflado, el partido socialista pisó el palito y desahució a sus propios candidatos presidenciales (Inzulza, Atria, Lagos y Allende) por un candidato independiente, y gracias a esa decisión no hubo primaria en la coalición gubernamental. Se llega a la paradoja que las primarias se establecieron gracias a la voluntad de la Nueva Mayoría, pero finalmente estas no las implementan y sí lo hacen las otras fuerzas políticas opositoras.
Gracias a la decisión del PS, las fuerzas de gobierno se dividen en dos candidatos a la presidencia: Guillier y Goic. A ellas cabe agregar la de las fuerzas de izquierda disidentes del Frente Amplio, con Beatriz a la cabeza, y el Meo, quien concurre por tercera vez para aguar una vez más la fiesta. La única diferencia reside en que esta vez la fiesta la están aguando entre los cuatro.
Desde el momento que parte la carrera, la candidatura de Guillier se empieza a desinflar. Según las encuestas se está llegando a la primera vuelta con Piñera empinándose por sobre el 40%. Si la diferencia con quien llegue segundo supera el 20%, la segunda vuelta sería carrera corrida, particularmente si el segundo es Guillier o Goic. Distinto podría ser el caso si Beatriz entrara en segundo lugar.
¿Por qué? simplemente porque creo que se desataría una dinámica nueva, una recomposición de fuerzas. Significaría que decidieron votar quienes habitualmente no lo hacen. Haciendo un símil futbolístico, tendríamos un partido con un segundo tiempo totalmente distinto al primero, con otros jugadores, con otro ánimo, el de dar vuelta el partido. Es como si el primer tiempo terminara 2-0 a favor de un equipo, y en el segundo tiempo el equipo rival se sobrepone, empata y en los minutos finales convierte el gol que le dará el triunfo.
Este cambio de ánimo no veo que sea capaz de producirlo Guillier ni Goic si alguno de los dos llegara a la segunda vuelta. Sí lo veo posible en el caso de Beatriz o del mismo Meo, pero sobretodo en Beatriz. La veo con más capacidad para sumar. A quienes integran los partidos de gobierno actual no les será fácil asumir que deberán ceder el protagonismo a una nueva generación, pero si la mezquindad no se apodera de ellos, la segunda vuelta puede y debe ganarse. Unos pondrán la fuerza y la voluntad para avanzar, los otros la consistencia, la experiencia y el respaldo.
Cualquiera sea el resultado que se tenga al filo de la noche, la derecha asomará con aires de triunfalismo. No sin razón, pero los partidos duran 90 minutos y este partido no habría terminado si no gana con más del 50% de los votos.
Confieso que me sorprende que las encuestas asignen tan bajo respaldo a Goic, del orden del 5 a 6%. Me sorprende a punto tal que por momentos estimo que hay un sesgo, una suerte de bluffeo por parte de la derecha y de los más poderosos medios de comunicación. Me cuesta creer que tenga tan baja puntuación en circunstancias que creo que ha tocado la tecla apropiada para el momento que vivimos: recuperar la decencia. Es el mayor desafío que tenemos. También ha tocado la tecla del trabajo en equipo en oposición al individualismo reinante y que ha simbolizado mediante la abeja.
Si bien la nueva dinámica a la que hago alusión, y que se podría desencadenar a partir de esta noche, se puede dar con cualquiera que sea el eventual contendor de Piñera en la segunda vuelta, creo que es más factible con Beatriz por su eventual capacidad para reencantar a los jóvenes de que se puede.
No quiero pensar en una noche de cuchillos largos, muy por el contrario, quisiera ver resurgir una esperanza que nos catapulte hacia nuevos horizontes.
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