La zurda cumple el rol del MIR en los 60 y 70. Todos podríamos ser o posar de zurdos, no faltan razones para serlo, pero al final del día juegan para la derecha. Así fue en aquellos años y sigue siendo hasta hoy. fueron los ultras los que facilitaron el golpe, y lo que es peor, al final son los primeros en venderse, en delatar a sus compañeros de ruta apenas los aprietan.
Hoy la zurda cumple un rol similar jugando para la derecha. con los encapuchados, los escupitajos y otras hierbas, le hacen el juego al gobierno, desvirtuando las protestas posibilitando su criminalización, y esterilizando movilizaciones que tienen sentido, pero que pierden sentido cuando son infiltrados por quienes siempre aspiran a más, sin límites. Tanto llega el agua al cántaro, que al final éste se rompe. Siguen la conocida tesis de agudizar las contradicciones del sistema, Estirando el elástico creyendo que al final encontrarán el paraíso, en circunstancias que lo que finalmente encontrarán será el infierno mismo.
La ultraizquierda es infantilismo revolucionario, es no medir las consecuencias, no percatarse de las responsabilidades que se tienen. la derecha debe estar celebrando alborozada el renacer de los ultras que siembran el temor en los sectores medios, En quienes tienen su casita, su negocio, su trabajo. y estos sectores, que son los que definen para donde se inclina la balanza, terminan optando por quienes les ofrecen más represión, más policías, más militarismo. No están los tiempos para los militares, pero no vaya a ser que estemos girando en exceso a cuenta de lo que admite la democracia. La violencia física es más vistosa que la violencia de la injusticia y la desigualdad, y por lo mismo, más fácil de explotar por parte de la derecha, la misma derecha que en materia de violencia las sabe todas. Los ultras son niños de pecho al lado de los derechistas, quienes no tienen escrúpulos para asesinar, torturar y hacer desaparecer. hay evidencias de ello.
En el contexto nacional, en un año electoral, marcado por la adhesión que despierta Michelle, más emocional que política, los ultras, la multiplicidad de candidatos, la división, le hace el juego a la derecha. es cierto que crecimos en dictadura, y no hemos sabido envejecer en democracia. Efectivamente lo que piden los ultras es lo mismo que pedíamos hace 30 o 40 años, y ¿Que pasó? Quedamos atrapados en una dictadura que ni sospechábamos que podría darse! acaso tenemos que repetir la historia? Por algo dicen que el ser humano es el único animal que se tropieza con la misma piedra!
Lo que plantean los jóvenes es de justicia! Pero otra cosa son los ultras, los encapuchados, los que escupen, los que tiran mierda para todos lados, los que meten en el mismo saco a la derecha y a la Concertación. Así quieren ganarse las mayorías? Así será imposible! Por ese camino, solo retrocederemos. A modo de ejemplo: qué tal si en vez de andar parando, tomándose las universidades, tirando piedras, escupiendo, ¿dejan de pagar? Bajo el modelito actual todo los viene de perillas, excepto que dejemos de pagar!! Ahí el modelito se va a la cresta! Tal como el 88, con un papel y un lápiz, logramos evitar la perpetuación de Pinochet, pero no evitamos que se pepetuara el modelito. A este modelito lo liquidas dejando de pagar! Si todos dejan de pagar, el modelo se va a la cresta!
Ese es el camino y no otro! El de la unidad, el de la desobediencia civil, la no violencia activa, el camino que abrió Gandhi y con el cual logró la independencia de la India. Pero acá parece ser más fácil tirar piedras que dejar de pagar.
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