octubre 28, 2011

La escalera de la participación

Foto de Yusuf Evli en Unsplash
Con la democracia, la idea de la participación cobra especial fuerza puesto que es intrínseca a ella. En simple, sin participación no hay democracia. Sin embargo falta especificar el o los niveles de participación a los cuales hacemos referencia cuando se habla de democracia. Algunos piensan que por el solo hecho de que existan elecciones en las que participemos votando, ya existe democracia. Falso, de falsedad absoluta. Existen infinitos modos de falsear la participación. Por ello es importante saber de qué participación se está hablando.

Hace años, un distinguido profesor de un prestigioso programa de doctorado en psicología, Roger Hart, elaboró una interesante tipología, en lo que llamó la escalera de la participación, donde los peldaños se asocian a distintos niveles de participación. En una primera clasificación distingue la participación falsa o pasiva, de la verdadera o activa. Dentro de la primera identifica tres niveles de participación: manipulada, decorativa y simbólica.

La participación manipulada sería aquella donde hacemos cosas que no entendemos, que no responden a nuestros intereses, pero que hacemos por conveniencia, a cambio de favores, de puestos de trabajo, de pagos.

La participación decorativa es aquella en que nos ponen como la guinda de la torta, para decorarla. Es el caso cuando una autoridad pronuncia un discurso y tras él, o junto a él ponen a un poblador o un mapuche o un joven o una mujer, para transmitir una idea de comunidad, pero donde el poblador, mapuche, joven y mujer cumplen una labor meramente decorativa. Están, son invitados para no hacer nada.

La participación simbólica viene a ser aquella donde se invita a participar en actos de mero valor simbólico, sin consecuencias reales. Es el caso de la participación en reuniones o consejos preformateados, donde se desconoce a qué se va, de carácter consultivo, no resolutivo, donde lo que se diga puede, o no puede ser considerado por las instancias pertinentes. O bien, donde ya está todo cocinado para que sea de una determinada manera.

Luego viene el peldaño de la participación donde terceros asignan (¿ordenan?) tareas a las personas sin que se le consulte siquiera, aunque son informados de las tareas a realizar. Se diferencia de los peldaños anteriores en que la participación ya no es meramente “presencial”, sino activa, donde a las personas les corresponde desarrollar una tarea.

Más arriba está el peldaño de la participación donde las personas también son consultadas en torno a su participación, y la decisión de las personas es la que vale. Es el caso de las autoridades que efectúan proposiciones alternativas para que sean evaluadas por los subordinados y estos decidan el curso de acción a seguir.

Luego viene el escalón asociado a la participación donde las ideas de los agentes externos son compartidas por las personas involucradas. Es el caso donde las actividades a realizar son planificadas junto con los afectados.

El siguiente escalón corresponde a la participación donde las ideas surgen de las personas y son ejecutadas por ellas, como es el caso cuando las actividades son pensadas, organizadas y ejecutadas por los protagonistas sin la presencia ni intervención de externos.

El nivel más alto de participación es aquel en el que las actividades son pensadas desde las personas, al igual que en el escalón anterior, pero compartidas con agentes externos para recoger su opinión, su experiencia, sus observaciones.

Tengo la sensación que este es el nivel de participación al que aspiran los estudiantes. Quieren ser los protagonistas, los actores. No quieren que terceros decidan por ellos. Quieren decidir ellos por sí mismos con el aporte de terceros. Se cansaron de ser manipulados, de ser la guinda de la torta, de ser parte de discursos falsos, de ser meros receptores de información.

octubre 21, 2011

Abusos en salud

Con bombos y platillos, el Servicio Nacional del Consumidor (SERNAC) denuncia la detección de significativas diferencias de precios en las prestaciones médicas, hasta de un 2 mil por ciento, y que el propio ministro de Economía llega a calificar como inexplicables y escandalosas. Si bien son escandalosas, no son inexplicables, y el propio ministro bien lo sabe. Se explica porque el afán de lucro metió su culebra en el campo de la salud, al igual que en el de la educación y de las pensiones.

La salud es un sector complejo, delicado, en el que no se trata de llegar y llevar. Es muy distinta una sociedad conformada por personas saludables que aquella constituida por personas enfermas, tanto en términos de productividad como de convivencia y estados de ánimo. En consecuencia, al Estado debe importarle.

Por otra parte, la salud es un sector en el que existe asimetría de información, esto es, donde una de las partes se encuentra a merced de la otra. El paciente no maneja la información que sí maneja el médico. Se requiere un clima de confianza, donde el paciente se entrega al médico, queda bajo su voluntad. La elección debe basarse en precios, sino que en confianzas, en la forma de relacionarnos. No es llegar y escoger la atención médica más económica. El mismo médico nos puede recomendar realizar una operación a la que debemos someternos en una clínica en particular por la confianza que dicha clínica le otorga. ¿Y qué hace uno? Va y se hace la operación en dicha clínica sin preguntar precios ni desconfiar en su médico.

Los adalides de los mercados de competencia perfecta deben reconocer que en salud, al igual que en otros sectores, la competencia perfecta no existe, aún más, es altamente imperfecta. ¿Acaso el enfermo se va a poner a “vitrinear” para ver dónde operarse? ¿Qué debe hacer el paciente: seguir la recomendación de su doctor o ir a operarse a una clínica más barata?

No es necesario ser comunista para darse cuenta que el libre mercado, al menos en salud, no funciona, y por tanto requiere cirugía mayor, al igual que en la educación. Ojalá se entienda antes que sea tarde. Claro que no ayuda en nada que quienes nos gobiernan sean los mismos que tienen intereses en estos sectores.

El ministro de Economía afirma que “éste es un sector donde falta mucha competencia y transparencia”. Se quedó corto, no basta con forzar a las clínicas a que tengan una pizarra con sus precios. Incluso están pensando en un SERNAC médico. Nos están emborrachando la perdiz.



octubre 13, 2011

De la educación al fútbol

Nadie imaginó que el conflicto estudiantil iba a ser de tan larga duración, cuyo fin ni siquiera se avizora, y menos, su resultado final. Los estudiantes inician una interesante fase de internacionalización que debiera ir acompañada de la reanudación de las actividades docentes como prueba de su fortaleza. Sin embargo, en muchas universidades parecen no entenderlo así, con grave perjuicio para los propios estudiantes.

Desde el gobierno, que por momentos parece más interesada en eternizar el conflicto, solo atinan conformar una comisión de supuestos expertos cuyo sesgo es manifiesto. Si esta comisión no pretende edulcorar sus conclusiones, estas se pueden prever: aprovechemos la ocasión para liquidar a la educación pública y fortalecer la educación privada, justamente el objetivo opuesto del perseguido por los estudiantes. Allí está el meollo del problema y la razón por la cual los estudiantes optaron por marginarse de una mesa de diálogo que pintaba de hipócrita porque lo que menos tenía era de diálogo.

En medio de este escenario, la agenda es copada por el inicio de la fase eliminatoria para clasificar al mundial de fútbol a realizarse en Brasil, y donde Chile participa con altas expectativas, las que son aminoradas con la derrota ante Argentina y reanimadas con el triunfo ante Perú. De la noche a la mañana, después de jugar ante Argentina nos sumimos en la depresión, y luego del partido con Perú recuperamos el optimismo. Al respecto quisiera puntualizar algunas ideas.

De partida, a pesar de que el plantel es similar al que tuvo el loco Bielsa, su juego no es el mismo, su regularidad no es la misma. Siento que volvimos al eterno clima de zozobra, de incertidumbre, donde todo puede ser, donde cualquier cosa puede pasar. Hemos perdido disciplina, rigor, consistencia, persistencia, ritmo. Lo prueba que ante Perú, luego del primer gol, fuimos avasallados, nos replegamos, nos refugiamos, como quien aguanta el chaparrón. Ya veíamos que el empate se nos venía encima. Nos salvó el foul al Mago y el consecuente penal convertido por Chupete.

Pero no perdamos los estribos. No somos ni los mejores ni los peores del mundo. Sí tenemos un plantel de excepción para nuestros cánones, una generación de buenos jugadores de lujo que va más allá de uno o dos como lo fue en el pasado. Lo prueba que muchos juegan en el exterior y en equipos de primera.

octubre 06, 2011

Un innovador de excepción: Steve Jobs

Photo by AB on Unsplash

Un cáncer al páncreas, contra el cual luchó en sus últimos años, se llevó a un innovador de excepción como lo fue Steve Jobs, fundador de la empresa Apple, del sector tecnológico.

Steve fue el resultado de un embarazo no deseado porque los padres de su madre le prohibieron casarse debido al origen sirio del padre de Steve. Por ello, fue entregado en adopción por su madre. El mundo puede declararse afortunado porque la madre no abortó. El ser adoptado no limitó su capacidad emprendedora, de crear la empresa más rentable del mundo a partir de la innovación, de ser un genio que en el tiempo será debidamente aquilatado.

La trayectoria de Steve estuvo jalonada por hitos imborrables, entre los que destacan la decisión de no terminar la universidad, decisión que en uno de sus discursos, calificó como una de sus mejores decisiones. Otro hecho muy significativo en su vida fue haber sido despedido de la empresa que él mismo fundara: Apple, dado que le permitió ingresar a una de las etapas más creativas de su existencia. En torno a su despido sostuvo que constituyó “una amarga medicina, pero creo que el paciente la necesitaba … estoy convencido que lo único que me permitió seguir fue que yo amaba lo que hacía”. En esta etapa creó las empresas tecnológicas NeXT y Pixar. Posteriormente, cuando Apple compró NeXT, Steve volvió a Apple por la puerta ancha.

Desde la competencia se le reconoce la introducción de cambios que revolucionaron el sector de las tecnologías de información, tanto en el ámbito del diseño como de la forma de operar.

Terminaré estas líneas, con algunas frases para el bronce que pronunciara a lo largo de su vida, que trasuntan toda una filosofía de vida, una mirada, que invitan a la reflexión, y a la acción. Frases de un tecnólogo-filósofo.

En relación a la vida afirmó: “no pierdan el tiempo viviendo la vida de otra persona” y “no permitan que el ruido de las opiniones ajenas silencien su propia voz interior, y más importante todavía, tengan el valor de seguir su corazón e intuición .. todo lo demás es secundario”.

Vaticinó la muerte de los computadores de escritorio y para atraer a Apple a un alto ejecutivo de una empresa de bebidas le dijo: “¿quieres pasarte la vida vendiendo agua azucarada o quieres hacer historia?”

En relación a los productos no le importaba tanto ser el primero, sino que el mejor cuando afirmaba “no hemos sido los primeros, pero seremos los mejores”.

El relación a la innovación, dijo en su oportunidad: “la innovación no tiene nada que ver con lo que has invertido en investigación y desarrollo (I+D): cuando Apple apareció con su equipo Mac, la IBM gastaba al menos 100 veces más en I+D. no es un tema de cantidades, sino de la gente con quien trabajas, de cómo los tratas”. En otra ocasión, relacionando la innovación con el liderazgo afirmó que “la innovación es lo que distingue a un líder de los demás”.

Se nos fue un genio. El desafío de Apple será seguir marcando pauta, seguir innovando, sin Steve.