abril 24, 2009

Qué quedó del mechoneo?

A cierta distancia del mechoneo me detengo a reflexionar sobre lo que experimentan anualmente los miles de estudiantes que ingresan por primera vez a las universidades. Aparte de lo que significa el paso de la enseñanza media a la superior, donde imperan otros códigos y otras exigencias, deben enfrentar el tradicional mechoneo anual. A lo largo de una semana es habitual observar estudiantes harapientos, pintados y en paños menores por las calles mendigando recursos para recuperar sus pertenencias. Quienes organizan estas recepciones revelan una incultura, falta de imaginación y respeto por el prójimo preocupantes.

Por ello quiero destacar una iniciativa que se desmarca radicalmente de aquello a lo que estamos habituados. Sus protagonistas son estudiantes de primer y segundo año de una carrera de la Universidad de Talca, el director y el cuerpo de profesores de dicha carrera, la Vicerrectoría de Asuntos Estudiantiles, el Municipio de Talca y el Instituto Nacional de la Juventud.

Esta última institución organizó a nivel nacional un concurso titulado “Por un mechoneo sin excesos” invitando a desarrollar actividades, proyectos, programas, iniciativas o acciones en el ámbito del mechoneo que se caracterizaran por su creatividad, innovación, impacto, replicabilidad y fomento del respeto y los derechos de los jóvenes. Esta invitación se hizo extensiva a todas las Federaciones Estudiantiles y Centros de Alumnos de la Educación Superior.

La iniciativa ganadora correspondió a los estudiantes de la carrera de Ingeniería en Informática Empresarial. Ellos tuvieron la ocurrencia de estructurar una actividad sorpresa por la cual los mechones debían desempeñarse por unas horas como trabajadores municipales realizando labores de limpieza en las riberas de un río. Los estudiantes de segundo año, organizadores de la actividad, se concertaron con el municipio que apoyó con entusiasmo aportando los elementos y herramientas para desempeñar las tareas de aseo y ornato. La dirección de la escuela y los profesores involucrados, junto con la Vicerrectoría de Asuntos Estudiantiles respaldaron la iniciativa facilitando los contactos necesarios para el traslado de los estudiantes y el desarrollo de la actividad.

El resultado fue exitoso para todos: para los estudiantes organizadores y los mechones por la satisfacción de haber desarrollado un mechoneo de beneficio social, en el que se puso a prueba la capacidad de convivencia, de trabajo en equipo, de organización, de planificación; para la Escuela y la Universidad implicadas, y para el Municipio de Talca, vivamente interesada en replicar a futuro iniciativas de esta naturaleza.

En tiempos en los que las malas noticias suelen ser la norma, una buena noticia que da para pensar que tenemos Patria.

abril 17, 2009

La ley de Transparencia

El lunes 20 de abril se inicia la aplicación de la ley de Transparencia y Acceso a la Información publicada el pasado 20 de agosto y destinada a ser aplicada en todas las instituciones del Estado con miras a facilitar el acceso a la información de interés público a la ciudadanía. La idea central de esta ley supone que mientras más información esté a disposición del público, en forma accesible y oportuna por parte de una institución estatal, más transparente es su gestión. Así de simple. ¿Para qué? Para prevenir, inhibir eventuales actos de corrupción, discrecionalidades y arbitrariedades.

Si tuviésemos que precisar un hito que marque el origen de esta ley, me atrevería a señalar que está dado por el famoso escándalo MOP-GATE y otros de menor escala, pero que en su conjunto remecieron a la sociedad chilena en su conjunto por la envergadura de los recursos comprometidos, pero por sobre todo, porque nos creíamos inmaculados en materia de corrupción, al menos en relación a nuestra vecindad. A partir de entonces, se instaló en nuestra sociedad una suerte de estado de alerta, al percatarnos que éramos inmunes a los efectos corrosivos de actos al margen de la ley y de los valores éticos que creemos sostener.

Un primer acuerdo político, destinado en primera instancia a desactivar la bomba que constituyó el conocimiento de los hechos, y a inhibir la repetición de casos similares, tuvo como principales protagonistas al entonces presidente Ricardo Lagos y Pablo Longueira. Como resultado de este acuerdo surge esta ley, en el que fueron importantes protagonistas los senadores de la Región del Maule, Jaime Gazmuri y Hernán Larraín.

La aplicación de esta ley implica un cambio cultural fortísimo, porque intenta pasar de nuestra tradicional cultura basada en el secretismo y el oscurantismo, a una cultura basada en la transparencia. A modo de ejemplo, mientras en los países desarrollados las rentas de los empleados públicos debe ser de conocimiento público, en nuestro país pareciera que fuera una suerte de secreto de Estado, que afectara la seguridad interior del Estado. Lo anterior, bajo el argumento de la “delicadeza” de la información, en su carácter de “reservada”, o en que puede ser utilizada por la competencia o el sector privado para levantar a los “mejores” servidores públicos.

La implementación de esta ley es un gran paso hacia delante que hay que valorar en toda su dimensión. La administración de recursos públicos entraña una gran responsabilidad, entre la que destaca la obligación de la rendición de cuentas. Eso que pareciera obvio, no lo ha sido hasta la fecha y necesitamos de esta ley para que se haga realidad. A partir de ahora todo ciudadano podrá ejercer su derecho a ser informado de manera clara, oportuna y sin eufemismos del quehacer de sus autoridades. Si logramos que esta ley se haga carne estaremos dando un paso de gigante hacia mayores niveles de desarrollo.

abril 08, 2009

El valor de las primarias

De acuerdo a las reglas de juego estipuladas, las recientes primarias organizadas por la Concertación llegaron a su fin al triunfar Frei por sobre los 20 puntos de distancia respecto de Gomez. Desde la oposición llovieron críticas de todo orden, desde que era un tongo hasta que parecía circo pobre.

Lo de tongo es muy discutible porque en ese caso significaría que los resultados estarían arreglados de antemano. De haber existido algún arreglín el triunfo de Frei debió ser abrumador para asegurarle un buen piso. No lo fue porque al frente se paró un competidor que se tomó en serio su tarea. Gomez aprovechó la ocasión para posicionar las ideas de un importante componente de la Concertación como para sembrar a futuro una eventual candidatura presidencial.

Lo de circo pobre no es tan discutible, pero es lo que hay. Las primarias retratan una realidad precaria, frágil, difícil. No olvidemos que las primarias son voluntarias, no obligatorias, sin financiamiento estatal. A diferencia de la realidad norteamericana, donde las primarias están normadas y tienen un patrón que lleva décadas de puesta en práctica, en nuestro país no existe mayor tradición al respecto y deben ser implementadas por los propios partidos, cuya institucionalidad también deja mucho que desear.

De allí que nuestras primarias sean lo que son, con debates en los que no existe espacio para réplicas o el intercambio de ideas, lo que las limita en extremo; también son excluyentes porque no pudieron presentarse todas las candidaturas de todos los partidos que conforman la Concertación. No se abrieron las puertas de par en par, como lo ilustra que no corrieran Navarro, Arrate, Enriquez-Ominami, y que sí es posible que al menos uno de ellos corra por fuera en las próximas elecciones presidenciales.

Con todo hay que rescatar la existencia de las primarias, las que se están consolidando como mecanismo para dirimir entre distintas candidaturas, dado que la triunfante sale mucho más legitimada que cuando emerge ungido a dedo entre cuatro paredes.

La oposición ha querido darse un festín con los problemas derivados de las primarias, ya sea por su baja convocatoria como por la salida de madre de Camilo. Pero ojo, que hasta la fecha, ella ha sido incapaz de organizar siquiera una primaria, y sus candidatos presidenciales han sido siempre designados a dedo, vía ilustrativa de que en su seno prima una cultura no democrática.


No nos perdamos, las primarias con todas sus insuficiencias, todas sus limitaciones, constituyen un avance, insuficiente, pero no por ello deja de ser un avance. De cada primaria debemos sacar las lecciones que correspondan para superar las debilidades encontradas en las próximas que tengan lugar.

abril 03, 2009

En la sala de clases

Estamos ad portas de una nueva ley, la LGE, que fija las normas bajo las cuales operará el sistema educacional chileno en reemplazo de la LOCE. Las miradas existentes dependen del cristal con que se mira: nada nuevo bajo el sol.

Desde el pingüinazo, los tiras y aflojas, las idas y vueltas, han estado a la orden del día. Sobre la mesa, han estado temas que van desde el lucro y la selección hasta la libertad de enseñanza. La última polémica ha girado en torno a la autorización para que profesionales no docentes hagan clases en la enseñanza media. La idea es que, a modo de ejemplo, ingenieros pueden hacer clases de matemáticas, en los establecimientos de educación media. Esta opción existe en la actualidad, pero sujeta a muchas restricciones, las que bajo el nuevo proyecto se levantan. Las exigencias se limitan a que las clases las puedan realizar profesionales con una licenciatura de al menos 8 semestres obtenida en una universidad acreditada. En un sentido estricto estas exigencias son bien pobres porque desconozco que existan licenciaturas de menos de 8 semestres y la acreditación de una universidad está corriendo el riesgo de estar convirtiéndose en un mero trámite.

La reacción de rechazo por parte del Colegio de Profesores era esperable. Difícil imaginarse que pudiesen estar de acuerdo con esta suerte de intromisión de otros profesionales en las aulas de clase, espacio en el que se asume que son los responsables del proceso de enseñanza-aprendizaje por parte de los alumnos. Algunos han pretendido asociarlo a la idea que los profesores quieren conservar el monopolio en las aulas. Nada que ver.

Me pregunto qué dirían los médicos y la sociedad toda si el día de mañana se autorizara a “otros profesionales” realizar cirugías, atender consultas médicas. La sociedad deposita su fe pública en determinados profesionales, en este caso de la salud, los médicos, la responsabilidad de proveer salud a la población. Lo mismo creo que ocurre en el plano de la justicia. No me imagino que en los alegatos, los juicios, los tribunales intervengan profesionales que no sean abogados. Y no se me ocurriría pensar que están usufructuando de un monopolio.

Un ejemplo concreto es el de los oftalmólogos con los tecnólogos médicos especializados en optometría (orientados solamente a recetar lentes). Los primeros, médicos se han opuesto y con éxito, aduciendo una serie de razones, independientemente de las necesidades de la población en esta materia.

Por ello me parece sumamente rara una suerte de tolerancia que observo por parte de la sociedad a admitir que profesionales distintos a los educadores puedan ejercer funciones en las aulas. Quiérase o no, representa un menoscabo para los profesionales de la pedagogía. Junto con parecerme razonable el rechazo de los profesores a esta nueva ley, creo que amerita una reflexión a fondo respecto de las razones que han llevado a esta situación de desmedro profesional.