mayo 30, 2018

Desde Torrelodones


El mundo político español toma posiciones en torno a la moción de censura que presentará el líder del PSOE (Partido Socialista Obrero Español), Pedro Sanchez, contra el gobierno de Rajoy. Moción presentada como consecuencia de las condenas a un alto número de colaboradores quienes le acompañan en el gobierno por actos de corrupción. Al momento de escribir estas líneas, se desconoce si se contará con las mayorías suficientes para derribar a Rajoy.

Mientras tanto, en Torrelodones, pueblo localizado en las cercanías de Madrid, camino a La Coruña, la vida transcurre tranquilamente con un municipio que se caracteriza por estar en manos de una agrupación política vecinal. Partido que obedece al nombre de Vecinos por Torrelodones (VT) y que no existe más allá de las fronteras del municipio. Como su nombre lo indica, fue creado por un conjunto de vecinos cansados de los partidos tradicionales y cuya motivación esencial es servir a los vecinos, en la convicción de que más allá de las distintas concepciones políticas que pueda tener cada uno, existen temas a nivel municipal en los que es más fácil actuar de común acuerdo desde un partido distinto a los existentes a nivel nacional o regional.

Como botón de muestra tuve ocasión de comprobar la importancia que se asigna al interés común en la educación de los niños. A modo de ejemplo, se les invita al reciclaje, al respeto al medio ambiente, a la limpieza de la comuna mediante una significativa iconografía educativa pública. Por otro lado, para reducir la congestión vehicular particular, el municipio provee locomoción pública gratuita para el transporte de los escolares. A ello se agrega la provisión gratuita de receptáculos, a los hogares interesados, para la producción de humus a partir de la basura orgánica generada en los hogares.

El resultado es una comunidad entusiasta, activa e interesada por lo público, capaz de mirar más allá de sus intereses privados. Un fenómeno similar tuve ocasión de observar en una Junta de Vecinos de una urbanización no muy lejana, La Fontanilla. Allí se había eternizado una directiva que terminó por corromperse. Cuando los vecinos decidieron tomar el toro por las astas, se organizaron para derrotar electoralmente a los mismos de siempre, comprometiéndose a no estar más de dos períodos. Así lo hicieron, saneando la deuda que recibieron y dejando múltiples obras en beneficio de la vecindad.

Parece cuento, pero no lo es.

mayo 25, 2018

Desde Madrid


Dicen que España está en crisis económica, financiera, laboral, política. No pocos afirman que ya tocó fondo, y que se observa una recuperación en todos los planos, excepto la política. El gobierno, encabezado por Rajoy, del PP (partido popular), de derecha, está esterilizado por una corrupción que la golpea una y otra vez como consecuencia de acciones dolosas de no pocos de sus más cercanos colaboradores que están investigados, imputados y/o condenados. Esto, más la rebelión independentista que anima a Cataluña, constituye un lastre que debilita todo esfuerzo por su recuperación.

Sin perjuicio de lo expuesto, España sigue viva, en movimiento. Tuve ocasión de vivir en España en la década de los 80, en tiempos de la transición democrática, de las movidas madrileñas, cuando se abrió hacia Europa luego de décadas de autarquía franquista. Desde entonces, España ha sido capaz de ponerse a tono, de contagiarse del espíritu europeísta, iniciando una etapa de crecimiento y desarrollo que solo vino a desmoronarse con la crisis financiera de fines de la primera década del presente siglo.

El desarrollo científico-tecnológico también ha tenido su lado oscuro, al igual que en tantos otros países. Miles de pequeños y medianos locales comerciales, así como de industrias han quedado en el camino, arrastradas por la irrupción del comercio electrónico, de internet, de las empresas en línea, reemplazadas por unos pocos grandes conglomerados empresariales.

Madrid sigue teniendo el atractivo de antaño a pesar de la paulatina desaparición de sus clásicos bares atestados de gentes y sus suelos tapizados de servilletas. La modernización también los ha alcanzado. El toreo está de baja y el fútbol en alza, como lo ilustra el interés despertado por la final por la liga de campeones que tendrá lugar este sábado entre Real Madrid y Liverpool.

Mientras tanto, en Chile parecen soplar nuevos vientos. Las noticias que llegan a Madrid y a todo el mundo dan cuenta de una intempestiva irrupción de las causas feministas pospuestas una y otra vez, pero que ya no admiten mayor dilación. Dentro de las esferas de gobierno no pocos ariscan la nariz, por tratarse de causas que históricamente han estado asociadas a la izquierda. Sin embargo, la justicia que encierran las peticiones por una igualdad de trato, por la no discriminación, más allá de todo cálculo económico, está impidiendo que la derecha y al propio gobierno hagan la vista gorda. Hoy parecen estar obligados a asumir una postura que habría sido impensable tan solo unos años atrás. En buena hora!

mayo 16, 2018

El nepotismo en gloria y majestad

A raíz del fallido nombramiento del hermano del presidente como embajador en Argentina, se reflotó el tema del nepotismo. De rebote salpicó al hijo del ministro del interior y la oposición aprovechó la ocasión para airear otros innumerables casos. En la situación del hermano fue la Contraloría la que se interpuso, precisando que no podía tomar razón antes de un tiempo. Dada la premura que el propio gobierno se había fijado, no tuvo más remedio que echar pie atrás. En el caso del hijo del ministro del interior, quien es primo de primer grado del presidente, para que la oposición no se diera un festín, decidió dar un paso al costado. Sin perjuicio de ello, de todas formas, la oposición está dándole como al gobierno. No es para menos. Mal que mal, se la han dado en bandeja.

Reconozcamos que es difícil encontrar gobiernos en los cuales no se den situaciones de esta naturaleza. De hecho, desde la derecha rápidamente se encargaron de elaborar una suerte de dossier con todas las redes familiares implementadas en gobiernos anteriores. Por tanto, si esto se ha dado desde tiempos inmemoriales, cabe preguntarse: ¿por qué tanto escándalo?

Me centraré en cuatro razones. Una, la conducta adoptada cuando eran oposición las fuerzas políticas que ahora están en el gobierno; dos, por los avances que registra el país en materia de transparencia que permiten conocer hoy lo que antes no se sabía; tres, porque les guste o no, quienes ahora nos gobiernan, quienes cortan el queque son los de arriba, los pudientes, quienes viven en Las Condes, Vitacura, La Dehesa; y cuatro, porque al país pareciera que aún le queda una dosis de decencia, de capacidad para asombrarse, escandalizarse ante determinadas situaciones.

Cuando quienes nos gobiernan eran oposición, dentro de sus banderas estuvo la necesidad de hacer carne la igualdad de oportunidades, de la necesidad de abrir espacio a la meritocracia, asegurando que en caso de acceder al gobierno sacarían a los operadores políticos enquistados, que atacarían el nepotismo, el amiguismo, y el famoso pituteo.

Como discurso, impecable, inobjetable, tan impecable e inobjetable, que les permitió triunfar en las elecciones presidenciales. Sin embargo, en la práctica, dado que quienes nos gobiernan provienen de cunas de oro, que se distribuyan los cargos entre ellos, en familia, es altamente reprochable. Doblemente reprochable que bajo los gobiernos anteriores dado que sus dirigentes provenían de cunas de bronce o plata, antes que de oro. Mal que mal, dentro de las propias élites es posible distinguir a unos de otros.

Como sostuviera el gobierno pocos pueden dudar de las capacidades de quien iba a ser el embajador en Argentina. De igual modo, tampoco tenemos derecho a poner en duda de las capacidades del hijo del ministro del interior, contratado a honorarios. El punto es otro. ¿Acaso no hay otros con similares o mayores capacidades que el hermano del presidente para ser embajador? ¿Acaso no hay otros con las capacidades que el hijo del ministro?

Los hay y de sobra, y por más que se diga lo contrario, se optó por ellos por la confianza que despiertan, la que viene dada por los lazos familiares. Con esa lógica es como vamos metiendo a familiares, amigos y contactos. Esta observación, este reproche vale tanto para moros como cristianos, para quienes están en el mundo de izquierda y en el de la derecha.

El nepotismo no es algo nuevo, y se da en todas partes. Es cierto, pero ojo, porque ello no implica que haya que resignarse a su existencia o que esté en la naturaleza del ser humano como no pocos sugerirían. Muy por el contrario, su persistencia debe hacer redoblar nuestros esfuerzos por eliminar todo rasgo de nepotismo.

mayo 10, 2018

Berlín: el valor de lo público


No obstante que Berlín volvió a ser la capital de Alemania luego de la reunificación, hace ya casi 30 años, sus habitantes se empeñan en señalar que la Alemania profunda está fuera de Berlín. No pocos berlineses, con alguna dosis de exageración e ironía, afirman que mientras en Alemania todo funciona, en Berlín nada funciona. Pude comprobar que efectivamente hay cosas que no funcionan, pero ello no significa que nada funciona. Por ejemplo, una línea del tranvía no estaba operativa, no funcionaba. Ante esta situación, se activó inmediatamente una línea de bus de emergencia para que hiciera el mismo recorrido.

Berlín es una ciudad cosmopolita, se podría afirmar que el mundo está en ella. Por sus calles, parques, lagos y plazas podemos observar personajes de todos los colores y pelajes, procedentes del mundo entero. Me centraré en dos puntos que me han llamado la atención. Uno, la amabilidad de su población, rasgo que se expresa de mil maneras. Si te ven perdido, te preguntan si pueden ayudar en algo. En una ocasión estando en la salida de una estación del metro (U-bahn), en Friedrichstrasse, consulté a un joven que pasaba dónde estaba el Hackescher Market. Me indicó hacia dónde debía ir y para allá partí. En pocos segundos vuelve el joven para pedirme disculpas porque le bajó la duda, consultó a un tercero, comprobando que se había equivocado y que era para otro lado. Le agradecimos. Otro caso similar me ocurrió cuando quise ir a ver una alfombra de tulipanes en un jardín, el Britzergarten. Los buses, similares a los de Santiago, impecables, con choferes atentos que no trepidan en bajarse para ayudar a los discapacitados a subirse y bajarse del bus en sus sillas de ruedas. Todo con buena cara, no como si fuera un cacho.

El otro punto tiene que ver con el valor de lo público, trátese de la locomoción colectiva, de la salud, de la educación, de la previsión, del esparcimiento, de los espacios. Mientras en Chile denostamos todo lo que huele a público y sobrevaloramos lo privado, acá la relación público-privada es resultante de acuerdos entre trabajadores, empresarios y gobierno, donde nadie la pone el pie encima al otro. Acuerdos donde se impone el equilibrio con una justa distribución de los beneficios y costos entre las partes, sin necesidad de contubernios, colusiones, abusos o estafas que tanto nos caracterizan y que dificultan sobremanera nuestra convivencia.

El valor de lo público se expresa de mil maneras, pero destacaré especialmente lo concerniente al esparcimiento, a la cantidad, calidad y limpieza de espacios públicos –parques, estacionamientos, plazas, lagos, calles, juegos infantiles-. No se hace necesario que cada uno tenga su propio jardín. El jardín de uno es el parque, la plaza de juegos. No es necesario que cada uno tenga su piscina. Además de los preciosos lagos existentes y donde se sumergen los berlineses apenas sale el sol, también hay piscinas públicas a precios módicos. La buena locomoción pública inhibe la necesidad de que cada familia tenga su propio vehículo particular, y si lo tiene, no lo ocupa para la vida diaria, sino que tan solo para los fines de semana, reduciendo con ello los costos de la congestión.

Claro que todo esto es ayudado por una manera de ser de los berlineses, caracterizada por su sencillez y su responsabilidad, que de alguna manera ha sido asimilado por los inmigrantes.

mayo 04, 2018

Lecturas berlinesas


Luego de un abril ventoso, lluvioso, frío, irregular, Berlín aparece en todo su esplendor, irreconocible para quien solo había estado en sus inviernos. Sus parques en tiempos primaverales nada tienen que ver con esos mismos parques invernales. Rebosantes de bicicletas, viejos, jóvenes y niños, le sacan el jugo al sol y al día que se alarga. Los parques, las plazas, los jardines reverdecen con fuerza.

Aprovecho de caminar, mirar y leer. En casa, cerca de Wollankstrasse, leo un libro de la rusa Svetlana Alexiévich, Los últimos testigos. En él se vuelcan los relatos de quienes sobrevivieron a la segunda guerra mundial luego del paso de los alemanes en su ruta a Moscú y que vieron morir a sus padres y hermanos. Todos los relatos son dramáticos. En uno de ellos sacan a un matrimonio de su casa, la queman, los llevan al bosque y al marido y uno de sus hijos de 13 años los hacen cavar su propia fosa, mientras fuerzan a su madre e hija a verlos sin llorar bajo la amenaza de dispararles. Hecha la fosa, los acribillan para caer al fondo de la fosa. Son los estragos de toda guerra cuyas secuelas se perciben en el aire, en las calles, en los barrios de Berlín.

Donde mi hijo, que está en el barrio de Neukölln, leo Volver a los 17, un libro de varios autores que incluye relatos de quienes eran niños bajo la dictadura chilena del innombrable iniciada en 1973. Relatos que dan cuenta de las peripecias vividas, de las persecuciones sufridas, de la búsqueda de trabajo, de las detenciones, de la resistencia, de los abusos.

Donde mi hija, quien también vive en Berlín, cerca de Oestlerstrasse con Pankstrasse, leo Ensayo sobre la ceguera, del portugués José Saramago. En él se da cuenta de quien repentina, sorpresivamente, mientras va manejando se queda completamente ciego, viéndolo todo blanco. No puede seguir manejando, por lo que se produce una gran congestión. Un buen hombre lo ayuda para conducirlo hacia su casa. Luego la señora lo lleva al oculista quien lo examina. Le hace las preguntas de rigor, lo examina. No le encuentra nada, todo perfecto, pero no ve. Primera vez que se encuentra ante un caso de esta naturaleza que parece no tener explicación. No sigo para estimular su lectura.

Estando en Berlín, y cuando aún no se apagan los ecos de la guerra en Siria, Corea del Norte y Corea del Sur parecen estar iniciando el sendero hacia su reunificación de la mano de sus respectivos líderes. Quién lo hubiese creído. Constituye todo un hito, tal como en su momento lo fue la reunificación alemana a menos de medio siglo del término de la segunda guerra mundial.

Mientras tanto, en América Latina seguimos comulgando con ruedas de carreta en materias fronterizas. Cuándo será la hora de nuestra reunificación? De que nos veamos como los Estados Unidos de Latinoamérica?