septiembre 01, 2017

Un monumental desastre

Sin pena ni gloria cayó Chile ante Paraguay en estas eliminatorias de cara al mundial de Moscú. Cayó sin apelaciones, sin atenuantes ante un equipo paraguayo que mostró lo suyo; cayó como local perdiendo puntos que asumía en el bolsillo. El camino a Moscú, una vez más, se pone cuesta arriba.

Chile perdió jugando mal, peor imposible, no obstante contar con su plantel estelar, rubricando una semana de miedo. Hizo agua por todos lados. Un partido para el olvido que nos hizo recordar tiempos no muy remotos.

A los paraguayos no se les puede jugar con centros a la olla esperando el cabezazo providencial; ellos son mucho más altos que nosotros. El único cabezazo que acertamos fue el de nuestro rey Arturo. De antología, desgraciadamente contra nuestro propio arco. A ellos debimos jugar con la pelota a ras de piso, en base a velocidad. Pero nosotros parece que estábamos en otra.

Al final, producto de la frustración, la bronca se fue transformando en una sucesión de tarjetas amarillas que nos costarán caro: no podremos contar con ellos para el próximo partido.

Sin luces este equipo no fue ni la sombra de lo que este mismo grupo de jugadores ha sido capaz en ocasiones anteriores. Con esta actuación, nos deja sumidos en la inseguridad, la desconfianza en nuestras capacidades, en el temor al regreso a ser lo que quizá hemos sido siempre.

Con este monumental desastre los triunfos alcanzados en la última década quizá no sean sino un veranito de san juan de la mano de una generación dorada que estaría viviendo su ocaso sin relevo alguno.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario