diciembre 23, 2010

Concurso de lomitos de toro

No muy lejos de la capital regional, en uno de sus condominios más sofisticados, donde cada uno paga sus cuotas con una religiosidad que llega a dar miedo, se abrió un apasionante concurso para el mundo tuerca. Un concurso para instalar lomitos de toro, que en otros países de mayor tropicalismo, llaman policía acostado. Este último nombre se explicaría por el supuesto placer que produciría a los conductores una conducción lenta, como si se estuviese cocinando a un policía.

El concurso abierto ha puesto de realce la infinita imaginación de los parceleros del condominio. Unos lo hacen más bajos, otros más altos; unos más anchos, otros más angostos; unos con figuras, otros con filigranas. Su gracia es que carecen de letreros de advertencia con el fin de que se ensarten los amantes de la velocidad.

El espíritu que parece animar a los organizadores de este festival inédito, no solo en la región, sino que en el país, está atrayendo la atención a nivel mundial. vía satélite. De hecho, google earth ya está poniendo sus ojos en estos lomitos para que el mundo entero pueda apreciar sus bondades. Entre ellas, hacer entender a como de lugar a los amantes de la velocidad, que ésta no es gratis. Así lo están constatando afuerinos y connotados vecinos, por las secuelas que los benditos –o malditos, según el cristal con que se mire- lomitos están ocasionando en sus modestos vehículos. Los 4 por 4, todo terreno se ríen de los peces de colores, no obstante, en el largo plazo pareciera que también están siendo afectados.

La conmoción generada no es menor. Algunos incluso están pensando que se está dando origen a una nueva atracción turística en la región; otros, en entablar demandas legales ante posibles accidentes.. El condominio cuyo nombre no puedo recordar, pero que está siendo tentado por cambiarlo por uno que está sonando firme, el de los lomitos de toro. De hecho algunos ya están ensayando conversaciones del siguiente tenor: Hola, ¿como estás? bien, y donde estás viviendo? donde los lomitos de toro. ¿y donde está eso? camino a San Clemente, por el km 3.6 doblas a mano derecha donde están las carmelitas, y ahí preguntas hasta que en un dos por tres estarás donde los inconfundibles lomitos de toro. Son tan simpáticos, que incluso están dando origen a furtivos encuentros amorosos cuando dos coches se cruzan justo ante un lomito de toro. Un par de guiños y ya está. Las probabilidades no son menores, mal que mal hay ya unos 4 lomitos de toro en un tramo que no supera los 800 metros, y la tendencia va en aumento. La idea es que cada parcela tenga su propio lomito de toro de acá a fin de año porque en la primera semana de enero habrá un concurso con premios millonarios.

Para celebrar la llegada del hijo de Dios, en ese idílico sector el plato de fondo de la cena navideña fueron sabrosos lomitos de toro bañados en una portentosa salsa provencal que ninguno de los comensales olvidará por el resto de su vida. Aunque la verdad es que creo que el Señor hubiese preferido un menú basado en la cordura y la sensatez, disfrutado con parsimonia y paz entre la vecindad.

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