mayo 05, 2010

El mundo al revés

No dejó de sorprenderme que por estos días apareciera Sebastián para contarnos que iba a presentar un proyecto de ley para declarar feriado este 20 de septiembre. Mi sorpresa surge porque si bien en años anteriores no han faltado ideas de esta naturaleza, las objeciones solían provenir de parte de los empresarios. El argumento habitual que se ha dado es que si queremos progresar y desarrollarnos, difícilmente lo lograremos con más jarana y menos trabajo. Por ello la derecha económica siempre se ha opuesto a esta clase de ideas.

Pero en esta oportunidad, la iniciativa emanó no solo del Presidente de la República, sino de quien es un empresario de tomo y lomo, de los grandes. Por venir de quien viene, los demás empresarios, al menos hasta este minuto de escribir estas líneas, han mantenido riguroso silencio.

Las razones por las cuales Sebastián adoptó la decisión, parecen razonables. Estamos en el año del bicentenario, y para colmo, el 18 y 19 serán días de fin de semana. Si a ello sumamos que estamos en el año del terremoto, que nos ha dejado con los ánimos por los suelos y con la autoestima baja, el expediente de declarar feriado el 20 no hace sino buscar revertir un estado de ánimo, devolvernos el orgullo, relanzarnos. Curiosamente, tales argumentos parecen más bien argumentos concertacionistas antes que de un gobierno de la Alianza.

Por ello no extraña que, no sin ironía, apareciera un diputado de la Concertación postulando la tesis de declarar también feriado el 17 de septiembre. Así tendríamos un fin de semana redondo, de viernes a lunes. El argumento es tanto o más sólido como el de Sebastián: en la práctica se tiende hacia la semana dieciochera, y el ambiente se va caldeando en los preliminares que suelen ser los días16 y 17 de septiembre. Son los días del precalentamiento. Y en la esfera comercial, las energías publicitarias emergen desde los últimos días de agosto. Todo sea por unos cochinos pesos más, alentados por el bono de fiestas patrias.

La derecha parece haber descubierto una nueva bandera de lucha, la de la extensión de los feriados, que no haría otra cosa que recuperar todos aquellos feriados perdidos en tiempos de la Concertación en su propósito de homologarse con otros países y aumentar la producción nacional.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario