septiembre 20, 2017

Choque de trenes

Estupefactos observamos la beligerancia, de momento en el lenguaje, entre quienes tienen en sus manos los destinos de USA y Corea del Norte, Trump y Kim Jong-Un. No solo de ambos países, sino que de todo el mundo gracias a la posesión de armas nucleares.

No es primera vez que el mundo se encuentra en este trance. En tiempos de guerra fría, particularmente quienes vivimos en la década de los 60, conocimos la amenaza de la destrucción nuclear. El frágil equilibrio entonces existente entre la Unión Soviética y USA fue puesto a prueba con ocasión de la crisis de los misiles en Cuba. Tiempos de Kennedy y Krushov que ambos fueron capaces de sortear sin desencadenar una tercera guerra mundial.

En la actualidad, desafortunadamente, tanto USA como Corea del Norte, están en manos de líderes incapaces de asumir la responsabilidad que tienen en sus manos. Parecen dos niños jugando a los bandidos, pero niños que no andan con pistolas de juguete, sino que con una capacidad de destrucción inimaginable.

En referencia a Corea del Norte, en la reciente Asamblea General de las Naciones Unidas, Trump afirmó que “nadie quiere ver a estos criminales con misiles y armas nucleares”, señalando que Corea del Norte debe abandonar su programa orientado a la producción de bombas nucleares. De otro modo, a USA no le quedaría más remedio que “destruir totalmente a Corea del Norte”.

Esta es una política improcedente, al igual que la adoptada por Corea del Norte, propia de quien tiene la manija y se cree dueño del mundo (USA) y de quien se resiste a ser manejado. Lo que Kim Jong-Un le está diciendo a Trump es ¿por qué tú puedes tener armas nucleares y yo no? Si tú tienes, yo también tengo derecho a tener.

La solución la conocemos todos. No es necesario ser muy astuto para darse cuenta que ella pasa por la desnuclearización total, por el desarme total, por abandonar la violencia de cualquier tipo. Esto es, la solución pasa por sentarse a conversar donde cada una de las partes ponga todas sus cartas sobre la mesa, sin pistolas, metralletas o bombas nucleares arriba o debajo de la mesa. Sin chantajes inadmisibles.

Por último, ¿alguien cree realmente que destruir a Corea del Norte es una solución? Después de Corea del Norte ¿quién vendría? Por sí y ante sí USA define quienes son los buenos y los malos, autodefiniéndose ellos siempre como los buenos. Como en las películas.

En concreto estamos adportas de un choque de trenes de consecuencias imprevisibles. Tal como lo ha planteado Trump, como fruto del choque tendremos a Corea del Norte desaparecida y al resto del mundo en manos del gendarme mundial. O bien desaparecemos del mapa, al menos tal como lo conocemos.

septiembre 14, 2017

Fundamentalismos religiosos

Lo ocurrido el domingo último en el templo evangélico para participar en el Te Deum al cual fue invitada la presidenta para atacar su política de gobierno, es resultado de un fundamentalismo que creíamos olvidado en nuestro país.

Hoy por hoy, en Chile y el mundo asocian la expresión al fundamentalismo islámico, olvidando que puede hacerse extensiva a otros entornos. En el ámbito católico el fundamentalismo se expresa en el integrismo católico que tuvo como su máximo exponente al obispo Lefebre en la segunda mitad del siglo pasado; en el ámbito judío, se asocia al sionismo.

La expresión propiamente tal nace en un entorno religioso, el protestantismo evangélico, conservador, de derechas, en Estados Unidos de América, que aspira restaurar la pureza allí donde se ha perdido. Restauración que se preconiza mediante la exigencia intransigente de la aplicación de las Tablas del Corán, de las Sagradas Escrituras o de cualquier documento cuyos seguidores estimen de origen divino.

El fundamentalismo no admite matices. Se da no solo en el ámbito religioso, sino que también en otras esferas, entre ellas la económica. La santificación del mercado por parte del neoliberalismo es una expresión de fundamentalismo económico, así como también lo es la idolatría del Estado. El fundamentalismo no admite medias tintas ni negociaciones.

Las inquisiciones, las guerras santas, las guerras civiles, las imposiciones a sangre y fuego, las dictaduras, suelen ser consecuencia de mentalidades fundamentalistas, donde la moderación, el diálogo ha sido excluido, donde quienes se sienten llamados a tener la verdad no están disponibles para escuchar al otro, ni para debatir o poner en duda su propia opinión, la que presumen que emana de un ser superior.

En esta ocasión se invitó a la presidenta Michelle para abusar de su talante democrático. En vez de ser un espacio de reflexión y unidad, el templo fue aprovechado para dividir, expresar diferencias conocidas, olvidando que Michelle es la presidenta de todos los chilenos, de todos los mundos, no solo del mundo evangélico.

Por su trayectoria de vida, Michelle no merecía esto. Ojalá que el derecho por la vida que hoy pregonan lo hubiesen expresado con la misma fuerza en tiempos del innombrable cuando éste era invitado al mismo templo. No recuerdo que lo hayan hecho en su momento cuando bajo su gobierno muchos de nuestros compatriotas fueron asesinados, torturados, desaparecidos y/o exiliados. Ser pastor entraña una responsabilidad y hoy, algunos de ellos no han estado a la altura de dicha responsabilidad.

septiembre 07, 2017

Rehuyendo el debate

La próxima semana tendrá lugar un primer debate en torno al futuro entre los distintos candidatos a la presidencia que ha sido organizado por dos medios de comunicación. Los temas en debate se centrarán en el desarrollo científico-tecnológico y la innovación.

Han confirmado su participación todos los candidatos con excepción de Piñera, quien adujo problemas de agenda no obstante que invitado con suficiente antelación, al mismo tiempo que a los demás. Llama poderosamente la atención su renuncia a participar en un espacio de reflexión sobre el futuro en circunstancias que en su discurso insiste permanentemente en mirar hacia el futuro y en que necesitamos dar un impulso a la innovación, la creatividad y el emprendimiento.

Si bien no se han dado a conocer las razones de fondo que impulsaron a su comando y al propio Piñera a rehuir el debate, todo indica que hay dos razones claves. Una de ellas, el sabor amargo que les dejó el debate entre los precandidatos de ChileVamos –Kast, Ossandón y Piñera-, donde este último se vio incomodado por los otros precandidatos, pero muy especialmente por Ossandón, quien lo encaró en varias oportunidades, particularmente cuando se abordaron la relación entre los negocios personales y familiares, así como los de sus colaboradores más inmediatos, y la legislación patrocinada por el gobierno que encabezó en las más diversas materias, como es el caso de la pesca y la minería.

La otra razón, y que estimo como la más relevante, tiene que ver con su posicionamento de cara a las elecciones de noviembre. De acuerdo a las distintas encuestas que se manejan, Piñera estaría aventajando a los restantes candidatos por un margen relativamente cómodo, lo suficiente como para que no sea necesario concurrir a debate alguno. De hecho, si de él y su comando dependiera, lo ideal es que no haya debate, dejar pasar el tiempo manteniendo el statu quo. Y si se ve obligado a debatir, habría solicitado hacerlo tan solo con Guillier y Sánchez, menospreciando a los restantes candidatos. Como que sería perder el tiempo debatir con ellos.

No es primera vez que quien se encuentra en una posición expectante, intenta no debatir. Craso error, dado que el debate es de la esencia de la democracia. Para que la ciudadanía vote en conocimiento de lo que está en juego, de las distintas propuestas, nada mejor que informarse de primera mano, sin intermediarios. Sin debate la ciudadanía queda presa de la publicidad, de lo que cada comando desea comunicar sin que los mensajes, sus contenidos puedan ser replicados en vivo y en directo por sus oponentes.

Su lógica se basa en que “como voy ganando, no tengo necesidad de debate alguno, no quiero correr riesgos innecesarios”. Esta lógica resulta contradictoria en un personaje que en materia de negocios proyecta una imagen de emprendedor, de asumir riesgos, salvo que en los negocios opere con las cartas marcadas, sin arriesgar nada.

No le hace bien a la democracia que los candidatos rehuyan el debate. Al rechazar su concurrencia a un debate con los restantes candidatos presidenciales, Piñera está despreciando el profundo significado democrático que posee todo debate más allá de las conveniencias o inconveniencias que reporte.

septiembre 05, 2017

De meta y ponga

En un partido de meta y ponga, Uruguay se impuso a Paraguay a punta de garra charrúa. Tenía ante sí a un rival crecido por su triunfo ante Chile de visita. Pero Uruguay no se amilanó. En el mítico Estado de los Defensores del Chaco, Uruguay se plantó de igual a igual jugándosela, sin arrinconarse mientras Paraguay apelaba al pelotazo a la olla y a la destreza y velocidad de sus punteros Romero.

Con este triunfo Uruguay queda adportas del mundial de Rusia, mientras que Chile deberá esperar un milagro.

Con la pólvora mojada

La derrota con Bolivia nos sumerge en las tinieblas. Una derrota inapelable, con todas nuestras figuras en la cancha. debimos haber ganado como locales ante Paraguay, pero perdimos, sin hacer un gol. Ahora con Bolivia teníamos la obligación de ganar. También perdimos sin poder hacer ni un gol. Estamos con la pólvora mojada.

Ahora nos toca con Ecuador y Brasil. No es imposible clasificar, pero ya no es pan comido. Para esos partidos tendremos un plantel diezmado. Las tarjetas amarillas nos pasarán la cuenta. Pero no solo eso. Hemos perdido chispa, sorpresa. Como que nos han calado. Ya no sorprendemos. Todo lo que hacemos es predecible. A eso agreguemos que nuestras figuras están dejando de serlo y el relevo no raya a la misma altura.

Hay mucho paño que cortar. Como sea debemos recuperar terreno. No será fácil. De partida tenemos que regresar a la humildad, a no creernos el cuento, a trabajar duro, a no creer que en los tiempos libres podemos hacer lo que queremos. Hay una responsabilidad, la de representar a un país.

Hoy hicimos agua, tal como en el partido anterior. En adelante ya no podremos seguir haciendo agua si queremos ser protagonistas. Tenemos que recuperar el profesionalismo, la seriedad, el trabajo bien hecho.

septiembre 01, 2017

Un monumental desastre

Sin pena ni gloria cayó Chile ante Paraguay en estas eliminatorias de cara al mundial de Moscú. Cayó sin apelaciones, sin atenuantes ante un equipo paraguayo que mostró lo suyo; cayó como local perdiendo puntos que asumía en el bolsillo. El camino a Moscú, una vez más, se pone cuesta arriba.

Chile perdió jugando mal, peor imposible, no obstante contar con su plantel estelar, rubricando una semana de miedo. Hizo agua por todos lados. Un partido para el olvido que nos hizo recordar tiempos no muy remotos.

A los paraguayos no se les puede jugar con centros a la olla esperando el cabezazo providencial; ellos son mucho más altos que nosotros. El único cabezazo que acertamos fue el de nuestro rey Arturo. De antología, desgraciadamente contra nuestro propio arco. A ellos debimos jugar con la pelota a ras de piso, en base a velocidad. Pero nosotros parece que estábamos en otra.

Al final, producto de la frustración, la bronca se fue transformando en una sucesión de tarjetas amarillas que nos costarán caro: no podremos contar con ellos para el próximo partido.

Sin luces este equipo no fue ni la sombra de lo que este mismo grupo de jugadores ha sido capaz en ocasiones anteriores. Con esta actuación, nos deja sumidos en la inseguridad, la desconfianza en nuestras capacidades, en el temor al regreso a ser lo que quizá hemos sido siempre.

Con este monumental desastre los triunfos alcanzados en la última década quizá no sean sino un veranito de san juan de la mano de una generación dorada que estaría viviendo su ocaso sin relevo alguno.