julio 03, 2017

¿Quién ganó? ¿Quién perdió?

Conocidos los resultados de las primarias realizadas por dos de los tres bloques políticos existentes: ChileVamos (ChV), en representación de quienes defienden el modelo socioeconómico imperante, y del Frente Amplio (FA), representando a los opositores acérrimos del modelo, no hubo sorpresas respecto de quienes ganarían: Piñera por ChVs, y Beatriz por el FA.

La vara para medir el éxito de ChV estaba dada por su capacidad para convocar a más votantes que en las primarias de 4 años atrás, esto es, sobre los 800,000 votantes; y para verificar si a Piñera le iba bien o no, sus propios adherentes se habían propuesto ganar por más del 70% de los votos, con la intención de imponerse con holgura, muy especialmente respecto de Ossandón, por sus punzantes y sostenidas críticas centradas en la puerta giratoria entre los negocios y la política de que hace gala Piñera.

Los resultados indican que ChV superó con creces su convocatoria de hace 4 años, muy por sobre sus propias expectativas lo que justifica que saque cuentas alegres. Se sospecha que la gran convocatoria fue gatillada por el debate televisivo que tuvo lugar entre los candidatos, que fue de meta y ponga, a punto tal que todos salieron tan machucados. Este debate en vez de desanimar a sus huestes para participar en las primarias, terminó por generar el fenómeno inverso al que se temía.

Sin embargo, Piñera no logró acercarse siquiera al 70%, obteniendo menos del 60% y Ossandón poco menos del 30%, relegando a un tercer lugar a Kast. En concreto, Piñera parte con un buen piso dado por el casi millón y medio de votos obtenidos por su coalición, pero deberá asegurárselos antes de aspirar a ampliarlos, en especial los votos alcanzados por Ossandón cuyo discurso estuvo centrado en combatir frontalmente la corrupción.

La vara para medir el éxito del FA es más difícil de identificar dado que es primera vez que se presenta en estas instancias. Quizá una medida razonable sería contrastarla con la votación que alcance Piñera; o con el total de votos que obtuvieron en las últimas elecciones municipales los candidatos de los partidos que lo constituyen. Si la suma de la votación de Beatriz y Mayol se hubiese acercado a la de Piñera, habría quedado muy bien posicionado al Frente Amplio de cara a las elecciones de noviembre. Sin embargo, los resultados indican que si bien Beatriz triunfó con holgura sobre Mayol, pero le pena que la votación del FA haya sido decepcionante. No le fue bien tanto porque la votación total del FA no creció mayormente respecto de las últimas elecciones municipales, como porque no alcanzó a ser ni siquiera un tercio de la que obtuvo Piñera. A duras penas logró una votación similar a la de Ossandón. La visibilidad que le otorgó la franja electoral televisiva, y el esfuerzo desarrollado, no redituó mayormente en términos de votos. A ello se agrega que el FA no parece haber sido capaz de atraer a quienes habitualmente no votan. Si no lo hicieron ahora, difícilmente lo harán en la primera vuelta presidencial de noviembre.

Quienes no participaron en estas primarias, y que están vinculados a los partidos que conforman la Nueva Mayoría (NM), deben estar analizando con lupa los resultados: viendo con preocupación los niveles de participación en las primarias de ChV; y respirando con cierto alivio porque el FA no parece haber logrado horadar mayormente al tradicional electorado de la NM. Pero con su no participación en las primarias ha dado una gran ventaja tanto a ChV como al FA. Si ChV no hubiese alcanzado el millón de votos en estas primarias, la NM podría haberse alzado como “la ganadora”, aún sin jugar siquiera.

En términos futbolísticos podríamos hacer el siguiente símil: las primarias son el primer tiempo; el período que viene hasta la primera vuelta, el segundo tiempo; y de no alcanzar la mayoría absoluta ninguno de los candidatos, se entraría a un período complementario. Transcurrido el primer tiempo, los contendores se fueron al descanso con una coalición que va ganando por dos a cero, ChV, con Piñera como su capitán. Aún queda el segundo tiempo para remontar el marcador por parte de la NM. Para ello, en este entretiempo, necesariamente la NM debe encontrar su norte, concentrarse en lo que los une, no solo en los objetivos que se persigan, sino en el camino a seguir para alcanzarlos.

Se está por iniciar el segundo tiempo. En política, tal como en el futbol, dentro de ciertos límites, todo puede ser, nada está escrito de antemano, nadie puede dormirse en los laureles.

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