mayo 30, 2013

Fumando opio

La zurda cumple el rol del MIR en los 60 y 70. Todos podríamos ser o posar de zurdos, no faltan razones para serlo, pero al final del día juegan para la derecha. Así fue en aquellos años y sigue siendo hasta hoy. fueron los ultras los que facilitaron el golpe, y lo que es peor, al final son los primeros en venderse, en delatar a sus compañeros de ruta apenas los aprietan.

Hoy la zurda cumple un rol similar jugando para la derecha. con los encapuchados, los escupitajos y otras hierbas, le hacen el juego al gobierno, desvirtuando las protestas posibilitando su criminalización, y esterilizando movilizaciones que tienen sentido, pero que pierden sentido cuando son infiltrados por quienes siempre aspiran a más, sin límites. Tanto llega el agua al cántaro, que al final éste se rompe. Siguen la conocida tesis de agudizar las contradicciones del sistema, Estirando el elástico creyendo que al final encontrarán el paraíso, en circunstancias que lo que finalmente encontrarán será el infierno mismo.

La ultraizquierda es infantilismo revolucionario, es no medir las consecuencias, no percatarse de las responsabilidades que se tienen. la derecha debe estar celebrando alborozada el renacer de los ultras que siembran el temor en los sectores medios, En quienes tienen su casita, su negocio, su trabajo. y estos sectores, que son los que definen para donde se inclina la balanza, terminan optando por quienes les ofrecen más represión, más policías, más militarismo. No están los tiempos para los militares, pero no vaya a ser que estemos girando en exceso a cuenta de lo que admite la democracia. La violencia física es más vistosa que la violencia de la injusticia y la desigualdad, y por lo mismo, más fácil de explotar por parte de la derecha, la misma derecha que en materia de violencia las sabe todas. Los ultras son niños de pecho al lado de los derechistas, quienes no tienen escrúpulos para asesinar, torturar y hacer desaparecer. hay evidencias de ello.

En el contexto nacional, en un año electoral, marcado por la adhesión que despierta Michelle, más emocional que política, los ultras, la multiplicidad de candidatos, la división, le hace el juego a la derecha. es cierto que crecimos en dictadura, y no hemos sabido envejecer en democracia. Efectivamente lo que piden los ultras es lo mismo que pedíamos hace 30 o 40 años, y ¿Que pasó? Quedamos atrapados en una dictadura que ni sospechábamos que podría darse! acaso tenemos que repetir la historia? Por algo dicen que el ser humano es el único animal que se tropieza con la misma piedra!

Lo que plantean los jóvenes es de justicia! Pero otra cosa son los ultras, los encapuchados, los que escupen, los que tiran mierda para todos lados, los que meten en el mismo saco a la derecha y a la Concertación. Así quieren ganarse las mayorías? Así será imposible! Por ese camino, solo retrocederemos. A modo de ejemplo: qué tal si en vez de andar parando, tomándose las universidades, tirando piedras, escupiendo, ¿dejan de pagar? Bajo el modelito actual todo los viene de perillas, excepto que dejemos de pagar!! Ahí el modelito se va a la cresta! Tal como el 88, con un papel y un lápiz, logramos evitar la perpetuación de Pinochet, pero no evitamos que se pepetuara el modelito. A este modelito lo liquidas dejando de pagar! Si todos dejan de pagar, el modelo se va a la cresta!

Ese es el camino y no otro! El de la unidad, el de la desobediencia civil, la no violencia activa, el camino que abrió Gandhi y con el cual logró la independencia de la India. Pero acá parece ser más fácil tirar piedras que dejar de pagar.

mayo 29, 2013

Felipe Berríos

Sugiero darse unos minutos para ver y escuchar este video donde se entrevista a una persona valiosa, que intereses espúreos relegaron a África: el sacerdote Felipe Berríos.

mayo 28, 2013

Con el agua hasta el cuello

A menos de una semana del discurso presidencial ante el Congreso Nacional con motivo de las glorias navales, a raíz de una persistente lluvia, el país quedó con el agua hasta el cuello.

En una entrevista televisiva, Piñera nos mostró un país que avanza, que progresa gracias a un gobierno que construye sobre roca, no sobre arena; un país que crece, mientras el mundo se estanca. En menos de una semana, unas lluvias que no tienen nada de espectaculares, que se repiten de tiempo en tiempo, desnudaron una vez más, nuestra realidad: nuestra fragilidad, nuestra desigualdad, nuestro estado de indefensión. Y los que más sufren frente a adversidades naturales y de las otras, las no naturales, como son los abusos, la libertad para elegir, son los más pobres, los que tienen menos, quienes tienen los trabajos más precarios.

Estas lluvias nos retratan de cuerpo entero, en especial, delatan las debilidades del modelo político, económico y social que tenemos, de libre mercado que pregona la libre competencia, pero no la practica, como el padre Gatica, porque lo que tenemos no son mercados competitivos ni transparentes, sino mercados oligopólicos, oscuros.

Las inundaciones que estamos viendo esta semana, son consecuencia de políticas cortoplacistas, del dominio sin contrapeso de inmobiliarias cuyas construcciones generan externalidades negativas que afloran en estas circunstancias. Todo esto, ante un Estado indefenso, con atribuciones cercenadas, y en caso de tenerlas, que no las ejerce, porque muchos de quienes hoy están a cargo de las instituciones públicas, son propietarios de las inmobiliarias y/o empresas constructoras. El ladrón detrás del juez, el gato cuidando la carnicería.

Todo esto da cuenta de los resultados de un modelo privatizador y depredador que lleva ya más de 30 años, manejado tanto por quienes lo instalaron –la dictadura-, luego por sus opositores –la Concertación-, y ahora, por los partidarios de la dictadura –la derecha actual en el gobierno-. El resultado es lo que tenemos. Con luces y sombras. Entre las luces destaca un sostenido crecimiento y una significativa reducción de la pobreza, y entre las sombras, la discriminación y una desigualdad que limita severamente nuestras posibilidades de desarrollo sustentable, real.

mayo 21, 2013

Desde Nueva York, USA

Después de más de una década, luego del derrumbe de las torres gemelas, he vuelto al corazón financiero del imperio, Nueva York, todo un símbolo de la supremacía capitalista puesta en jaque, no por los comunistas, sino que por terroristas islámicos y los persistentes crisis financieras.

Supremacía que al día de hoy sigue presente, aunque ahora amenazada por China, cuyo crecimiento vertiginoso no deja de sorprender por ser resultado de una combinación muy sui generis: un capitalismo de mercado a nivel económico y un sistema político centralizado en un partido unico, el partido comunista chino, combinación impensable por estos lares.

Cuando estuve en Nueva York, a fines del 2001, encontré un país conmocionado por la osadía de un terrorismo que había logrado sortear toda clase de obstáculos para derribar los torres que constituían todo un ícono para los Estados Unidos de Norteamérica. Desde entonces, se ha vivido una crisis financiera sin precedentes, de la que le ha costado recuperarse.

Se trata de un país que ya vive en función de la guerra, al que le cuesta vivir sin guerras, impulsado por una mentalidad mesiánica que impulsa a sus lideres, o a quienes dirigen su destino desde las sombras. Obama ha querido salir de Guantánamo, de Irak, de Afganistán, pero no puede. Los poderes fácticos se lo impiden, y para desembarazarse de ellos se requiere de un coraje por encima del que posee. No es fácil en un país cuyo nivel cultural deja mucho que desear, cuyo materialismo está presente en todo momento, y cuyo nivel de vida pareciera sostenerse sobre la base de la industria militar que alimenta las guerras en las que se involucra para mantener su supremacía.

Desde la primera vez que llegué a USA percibí que la vida diaria en este país gira en torno al automóvil. Cada uno debe tener un vehículo. Ya sea por las distancias, por las limitaciones del transporte público, como porque el automóvil representa todo un símbolo de estatus. Las carreteras, todas en buen estado, de múltiples pistas, permiten desplazarse a altas velocidades a toda hora. En horas de congestión, hay pistas donde solo pueden circular vehículos que transporten a mas de 2 personas, en un intento de desalentar su uso por pocas personas, junto con pantallas que recomiendan el uso de caminos alternativos.

Pero lo que por estos días más me ha llamado la atención ha sido la obesidad. Por donde ande, ya sea en el mismo centro de Nueva York, como en sus alrededores, es público y notorio que el tema se ha transformado en un problema de salud pública que afecta tanto a los de arriba como a los de abajo. Es consecuencia de las características de la vida norteamericana, su tendencia a comer al paso, comida chatarra, y la vida sedentaria. La comida chatarra se ve favorecida por su bajo precio en relación a la comida sana, y si a ello se agrega que además genera adicción, sus consecuencias no se dejan esperar, y desafortunadamente no se dimensionan en su momento.

En Chile, donde tendemos a copiar la vida norteamericana, como lo prueba nuestra tendencia a llenarnos de automóviles y de comida chatarra, debemos mirar con preocupación lo que nos espera, porque no tenemos ni las carreteras ni los ingresos para enfrentar las secuelas de la obesidad que sí poseen los norteamericanos.

Con todo, USA sigue siendo el faro que atrae la atención de quienes se deslumbran con muchas de sus falsas luces y estrellas. Y ello, en gran parte porque también hay aspectos positivos que no podemos desestimar. Uno de ellos tiene relación con su tolerancia, su aceptación de la diversidad, a punto tal que se enorgullecen de ello. De ello tenemos mucho que aprender quienes vivimos en Chile. A más de 200 años de nuestra (supuesta) independencia, no visualizo posibilidad que alguna vez un mapuche pueda ocupar la presidencia de la nación. En USA, a pesar que recién se cumplen alrededor de 50 años desde que se eliminó todo vestigio de discriminación y segregación racial desde un punto de vista legal, hoy, se dan el lujo de ser gobernados por un presidente cuyas raíces provienen del continente negro. Esto, en un país donde hace poco más de medio siglo aún existía un grupo extremista blanco, el Ku Klux Klan, dedicado a mantener vigente el odio contra los grupos no blancos.

En Chile, es impensable un presidente mapuche. Ni siquiera en el Congreso. Y en la zona de la Araucanía, sus representantes en el Senado y en la Cámara de Diputados, no son mapuche. A lo más algunos de los alcaldes de sus comunas. Cuántos años más deberán transcurrir para que esta realidad cambie?

Estas reflexiones, las hago mientras las noticias que llegan de Chile reflejan nuestras debilidades. Por el lado opositor, la negativa de Escalona a someterse a primarias no legales por considerar que no le otorgan garantías. Su conducta revela un mal enquistado en muchos: la de creerse con derechos por encima de otros, y por tanto, no estar disponibles para que la ciudadanía resuelva el tema de los cupos parlamentarios.

Por el otro lado, el gubernamental, particularmente en la UDI, la decisión de no ir a primarias parlamentarias y resolver a dedo los cupos, pasando a llevar incluso a sus propios militantes que aspiraban a representarlos en el parlamento. Entre cuatro paredes, entre su candidato presidencial y la directiva, sacan a quienes concursaban por Santiago Poniente y los ponen en el sur, para que el cupo sea ocupado por su secretario general, José Antonio Kast. Sin arrugarse siquiera, Moreira y Von Baer son trasladados a dos circunscripciones del sur del país pasando a llevar la voluntad de las bases regionales.

No hay duda que todo esto habla muy mal de los políticos.

Como broche de oro, la otra noticia, la denuncia de que una diputada del distrito de Iquique, Marta Isasi, “independiente” de derecha, participara en la aprobación de una ley de pesca que favorecía a empresas pesqueras, una de las cuales habría financiado su campaña electoral. Ni se arrugó para no inhibirse de votar, sino que por el contrario, lo habría hecho con mucho entusiasmo.

Y acá tenemos la otra cara de la moneda, porque demuestra que la “independencia” de la diputada era de mentira. Em efecto, “el independiente” no obedece instrucciones de ningún partido, es “libre” de votar por quien mejor le parezca. Desgraciadamente, por lo general esta libertad no es tal, puesto que a falta de una ideología, o de un cuerpo de ideas, que oriente sus decisiones, tienden a hacerlo en función de las “ofertas” que les hagan los interesados en que voten para uno u otro lado. Los casos más conocidos, aparte de este último de la diputada Isasi, en su momento fueron el de los diputados “independientes” Velázquez y Alinco.

Por ello, mi preferencia por lo general va por alguien de partido, con domicilio conocido, antes que por un “independiente”, de quien nadie sabe con qué pastel saldrá, ni a quien rinde cuenta.

mayo 10, 2013

En la medida de lo posible (parte 1 de 2)

Luego de dos décadas, a partir de 1990, de transitar por un camino marcado por la sugestiva expresión “en la medida de lo posible”, desde hace ya unos años, ella parece haber caído en desgracia.

Las razones parecen apuntar a la estrechez de las fronteras que definen lo posible y la imposibilidad de extenderlas, ampliarlas. Estrechez dada por una Constitución Política del Estado cuya modificación exige altos quórums en el parlamento, esto es, grandes mayorías, imposibles de expresarse bajo un sistema electoral binominal.

La transición chilena, desde sus inicios, y cuyo hito más emblemático es el 5 de octubre de 1988, está marcada por esta expresión. Un segundo hito estuvo constituido por el acuerdo opositor de designar a Patricio Aylwin como candidato a la presidencia, y su posterior elección. Su designación a nombre de la oposición a la dictadura, da cuenta de la realidad política imperante, que selló el destino de la transición, esto es, la de transitar por el camino de lo posible, definido en gran parte por poderes fácticos conocidos y desconocidos a la fecha por la opinión pública.

Al perder el plebiscito, Pinochet, se quedó un año más y luego conservó la comandancia del Ejército, dejando su huella: la operación enlace y el boinazo, fijando los límites de lo posible, complementado con la institución de los senadores designados y vitalicios. Cuando deja la comandancia, cogió su bien aceitado asiento en el senado.

Por tanto, al menos la primera década de los gobiernos de la Concertación, presididos por demócratacristianos, están marcados a sangre y fuego por la presencia militar y del propio Pinochet, junto con un parlamento donde las iniciativas presidenciales requerían la venia de una derecha que, junto al mundo militar, definía lo que era admisible o no.

Al frente, toda una generación sobreviviente del golpe militar, no pocos de ellos trancados por dolorosas experiencias personales, familiares o cercanas. El modelo político y económico se hizo inamovible.

En este contexto surge lo que hoy, muchos denominan, despectivamente, la política “en la medida de lo posible”. Hoy se podrá especular si lo posible era más o no. Debate que se dio desde el propio inicio de la transición y que se graficó en su momento a través de los llamados autoflagelantes y autocomplacientes. Era el debate entre quienes iban por más, los audaces o temerarios, y quienes eran más temerosos, y por tanto, optaban por evitar salidas de madre que nos retrotrajeran a tiempos de terror.

mayo 03, 2013

Abrir o cerrar la democracia

En la semana se dieron 3 hechos claves: primero, la UDI cambió de caballo, reemplazando a su candidato presidencial al ver que con él no llegaba a ninguna parte; segundo, decide ir a primarias presidenciales, jugándosela para que Longueira le gane a Allamand y eludiendo las primarias parlamentarias, dejando en manos de Longueira la decisión de quiénes ocuparán el cupo de la UDI en la plantilla parlamentaria; tercero, la oposición no tendrá primarias parlamentarias por falta de acuerdo entre los partidos.

La derecha ha dado una señal clara a la oposición: no está disponible para entregar el gobierno sin dar pelea, lo que debiera haber alentado a la oposición a la unidad en todos los planos: presidencial, parlamentario y programático. Sin embargo, para sorpresa de todos, en la oposición no habrá primarias parlamentarias opositoras. Con su decisión, la oposición, en vez de abrir la democracia, la cierra; en vez de dejar en manos de la ciudadanía los nombres de los postulantes, optó por negociar los cupos parlamentarios entre 4 paredes en lo que representa un error político de proporciones, impresentable, y de consecuencias mayúsculas.

Lo que empezó como una semana negra para la derecha, terminó siéndolo para la oposición. Pero al igual que en el futbol, no está dicha la última palabra hasta que no termine el partido a los 90 minutos; en este caso, hasta las elecciones a celebrarse a fines de este año.

En la oposición parecen dar por sentado que Michelle ganará, lo que a estas alturas ya no se visualiza tan claramente. Hay un equipo, la derecha, que postula el mantenimiento del modelo político, económico y social; otro, la oposición, que propone modificarlo sustantivamente. Ganará el equipo que sea capaz de desempeñarse mejor en el campo de juego, que sea capaz de trabajar más cooperativamente, coordinadamente, colectivamente. Para la oposición no basta con ganar, debe golear, si es que quiere cambiar efectivamente el modelito que tenemos, lo que significa que debe ganar la presidencia y en el parlamento tener las mayorías suficientes para superar el sistema binominal y los quórums calificados. Esto implica doblar en más de un distrito, en más de una circunscripción. La decisión de no ir a primarias parlamentarias le será fatal. disminuirá la concurrencia a las urnas, no se obtendrán los doblajes esperados y aumentarán los candidatos que corran por fuera, imposibilitando la conformación de lo que alcanzó a llamarse como la nueva mayoría.

Sin esta nueva mayoría, la eventual conquista de la presidencia no será sino una victoria pírrica, puesto que lo prometido no podrá ser ejecutado. Lo que se veía como un partido ganado, ya no lo es, y todo se está poniendo cuesta arriba por errores de la propia oposición que parece haber perdido la brújula a pesar que de lo mal que había estado jugando la derecha.

mayo 01, 2013

A rey muerto, rey puesto

En una maniobra de última hora, la UDI, acosado por su pasado en materia de abusos, bajó a su candidato, Golborne, sin arrugarse siquiera; en una decisión ultrarápida, lo cambió por Longueira.

La razones del cambio se entrecruzan. Por un lado está la resolución de la Corte Suprema que condena una acción llevada a cabo en las empresas de Cencosud que perjudicaron a un buen número de consumidores en lo que cae en la categoría de los abusos por prácticas unilaterales. Acción ejecutada cuando Golborne era gerente general de la empresa puesta en jaque. Lo que se agravó porque su contendor, Allamand, no perdió la ocasión para mantener el tema en el candelero, afirmando que debí asumir su pasado; mientras la oposición tomaba palco para no ser acusada de interferencia en los asuntos internos de la coalición de gobierno. Pero el tiro de gracia fue la información, de que Golborne tendría depósitos no declarados en bancos del exterior, en países llamados paraísos fiscales, los que suelen usarse para eludir impuestos. A estas alturas, no obstante que la UDI aparentaba seguir respaldándolo, ya era un hombre muerto caminando. Su sonrisa mefistofélica, por arte del birbiriloque, se había transformado en una mueca fúnebre. La sentencia para su caída, ya estaba escrita. Era cuestión de días, horas, minutos del derrumbe de la estantería tan trabajosamente levantada.

Recordemos que Golborne, políticamente nace en el 2010, por su protagonismo en el rescate de los 33 mineros. Desde entonces, su popularidad subió como la espuma. Para aprovecharlo, lo cambiaron a un ministerio de mayor visibilidad, como ministro de obras públicas. Desde entonces, la UDI puso sus ojos en él, aún cuando no era militante, aprovechando los guiños que Golborne le hacía. Los consejos generales de la UDI que son un canto al pragmatismo político, tomaban nota de la alta tasa de rechazo que generaban sus principales líderes. Visualizaban que los tiempos aún no estaban para bollos, como para llevar un candidato de sus filas, por otro lado, no estaban disponibles para un nuevo gobierno encabezado por un militante de RN. En estas circunstancias, Golborne les venía como anillo al dedo. Y a contrapelo de una minoría al interior de la UDI, los puros, los legítimos, la plana mayor resolvió jugarse el todo por el todo por él, en la convicción de que las primarias las ganaban, ya sea por el mayor peso electoral respecto de RN, como por su mayor inserción en las capas populares. De allí la disposición a enfrentar las primarias, de modo de abordar las elecciones presidenciales con un candidato único de la derecha, dando por sentado que este sería Golborne.

Todo esto, en un dos por tres, de un día para otro, todo esto se vino abajo. La UDI, cuyo olfato político es indesmentible, al momento que Golborne, frente al asedio periodístico respondió que como gerente obedecía órdenes del directorio, se percató que con este candidato no llegaría a ninguna parte. Esa respuesta lo condenó porque hizo recordar la política de la “obediencia debida” a la que recurrían los militares acusados de torturas, asesinatos y desapariciones. Fue una respuesta para sacarse un pillo inmoral.

A la UDI no le quedó otra más que enfrentar la crisis para salir del paso, y para ello, solo quedó a mano la carta original, la auténtica, la legítima, la de presentarse con quien mejor los representa: Longueira a quien en su momento habían desahuciado. Una decisión siempre postergada, por pragmatismo, pero a la que se podía apelar en momentos críticos, de urgencia, porque siempre ha estado dispuesto a “sacrificarse” por el país. Este fue el momento, la oportunidad para que la UDI se presente con su verdadera cara, sin maquillajes.

Al otro día la UDI debía decidir si iba a primarias o no, lo que dependía de múltiples factores. Ello dependerá de si las elecciones presidenciales ya las dan por perdidas o no. Si las dan por perdidas, optarán por no ir a primarias, a fin de privilegiar las elecciones parlamentarias y evitar doblajes de la oposición. En efecto, si iban a dos cuerdas, con Allamand y Longueira, ellos espolearían a los candidatos de sus respectivos partidos para reducir los doblajes opositores; si por el contrario, aún se cree que tienen alguna opción de ganar la presidencia, todo aconseja que la derecha vaya a primarias, para así asegurarse que ambos partidos se alineen tras el candidato que emerja como vencedor en junio, siempre y cuando en la campaña de las primarias se desenvuelva con altura de miras. La UDI optó por ir a primarias y en sus primeras declaraciones, tanto Allamand como Longueira se han allanado a evitar los habituales desencuentros a los cuales nos han acostumbrado.

El nuevo escenario pone frente a frente a los pesos pesados más fuertes que tiene la derecha, para jugarse el todo por el todo en su propósito de obtener un segundo gobierno. Han dado una señal clara a la oposición: no están disponibles para entregar gobierno sin dar pelea, lo que debiera alentar a la oposición a la unidad en todos los planos: presidencial, lo que espera lograrse con las primarias en la medida que todos los candidatos opositores estén dispuestos a someterse a ellas; en el plano parlamentario, donde la realidad se ha puesto extremadamente compleja, porque no se ve disponibilidad de todos los actores para participar en primarias abiertas; y en el plano programático, aún no se visualizan acuerdos.

Tal como Golborne, Longueira también deberá responder por su pasado, reciente y remoto. El más reciente tiene relación con el escándalo del Instituto Nacional de Estadísticas, de cuya responsabilidad política no podrá escapar; y de su pasado remoto, el rol jugado en tiempos de dictadura.

Al igual que en el futbol, no está dicha la última palabra hasta que no termine el partido a los 90 minutos; en este caso, hasta las elecciones a celebrarse a fines de este año. En este sentido, todo exceso de confianza puede ser fatal. Hay un equipo que postula el mantenimiento del modelo político, económico y social; otro, que propone modificarlo sustantivamente. Ganará el equipo que sea capaz de desempeñarse mejor en el campo de juego, antes que en procura de lucimientos personales, esto es, que sea capaz de operar más cooperativamente, coordinadamente. En el caso de la oposición, no basta con ganar la presidencia, puesto que también deberá ganar por lejos la parlamentaria, para tener las mayorías requeridas que la implementación de un nuevo modelo político, económico y social. Sin ellas, la conquista de la presidencia no será sino una victoria pírrica, puesto que lo prometido no podrá ser ejecutado.